jueves, 7 de abril de 2011

Buenas noches Aragón

Yo: Buenas tardes Aragón. ¿Por qué no me cuentas una leyenda?

Aragón: Hola niña, ¿ya te acuestas? Entonces cierra los ojos y escúchame.

Érase una vez una región extensa, encantadora, a la que hoy en día, solemos llamar la Península Ibérica. Durante muchos, muchos años nadie vivía allí y la península seguiría inhabitada si el famoso Túbal, el mitológico nieto de Noé, no hubiera venido a vivir allí. Como era el primer poblador de la península, tenía que tener hijos...
Su hija, Pyrene, ha sido dotada de todas las gracias de la feminidad. La fama de su tremenda belleza volaba por todo el mundo y llegó también a los oídos del horrible Gerión, monstruo de tres cabezas. Decidió que quería casarse con ella y tener con ella monstruos pequeños... No, ¡nada de los monstruos!
De todos modos la bella Pyrene le rechazó y huyó al Norte donde se ocultó en las montañas, cerca del mar llamado Mediterráneo. Desgraciadamente el astuto Gerión la encontró y enfurecido decidió que la chica muriese... Llevó el fuego a las montañas donde se hallaba la bella y así la dejó.
En aquel mismo momento Hércules volvía a su casa después de cumplir algunos de sus trabajos y al ver la enorme humareda siguío hasta la fuente del fuego y allí oyó unos gritos horribles. Quería rescatarla, pero ya era demasiado tarde... Sin embargo antes de morir Pyrene consiguió contarle su historia.
El héroe la enterró entre las montañas donde murió y le preparó un colosal mausoleo en honor a su belleza y valos. Creó una cordillera extensa que hoy, en recuerdo de la bella, lleva su nombre: los Pirineos.



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